Sabias qué el alquimista se dedicaba a ensayar materiales, derritiéndolos a través del fuego, en busca de la piedra filosafal, la cual tendría la particularidad de trasmutar los metales comunes en oro; asimismo, se buscaba la composición química del elixir de la larga vida o panacea universal. La práctica de la alquimia trajo por consecuencia la aparición de la química (ciencia de las propiedades, composición y estructura de la materia). Tras la teoría aristotélica de los cuatro elementos: fuego, tierra, aire y agua, siglos después surgieron los alquimistas: San Alberto Magno y Paracelso, entre los primeros y más famosos promotores de esta actividad que desembocó en un gran auge industrial.
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